Esto no tiene nada que ver con el Rock

Federico Anzardi es periodista. Trabaja en el semanario Cuarto Poder de la ciudad de Salta. Entre 2011 y 2015 fue editor de la revista Rock Salta. Colaboró en Página/12, Rolling Stone, Muy Interesante y Hecho en Buenos Aires, entre otros. Estuvo presente en el show del Indio Solari en Olavarría, donde fallecieron dos personas. Hablamos con él para que nos cuente en primera persona como lo vivió desde que llegó hasta que finalizó el show de #IndioenOlavarria.

Foto: Martín Bonetto

Un experimentado en la cultura ricotera. Conocedor del “folklore” de la misa del Indio, ya que las asiste desde 2008 y antes ya había visto a los Redonditos de Ricota. Llegó el viernes, un día antes, y notó que había mucha gente “es algo raro porque generalmente un día antes del concierto, no hay tantas personas, eso ya me daba  un elemento más para pensar que el recital iba a ser demasiado grande”.

Con respecto al recital en sí, afirmó “todo lo que paso el sábado fue opuesto a lo que nosotros pensábamos. Efectivamente sucedió algo distinto, por la cantidad de gente y por cierta cantidad de falta de control, que antes se había pasado por alto. Ahora no sucedió nada de eso”.

Con respecto al sábado, el día del show “la gente empezó a llegar de forma masiva y de golpe a Olavarría que se vio absolutamente tomada por la gente” y remarcó algo que le sorprendió » no había operativos de tránsito hasta la llegada al predio, que son 2 o 3 cuadras antes. Tampoco cortaron las calles principales del centro de la ciudad a la hora que empezaron a ingresar al recital,  y eso te da un indicio de cierta falta de control. Sobre todo porque para llegar al predio teníamos que pasar si o si por el centro de la ciudad”.

A pesar de esto, el trato y la relación del público con la gente que vive en Olavarría no fue conflictiva.

Al relatar el ingreso, mencionó que tardaron una hora en entrar, desde que salieron del centro de la ciudad y solamente había un solo control “ya entrando al predio donde están los muchachos de las pecheras cada uno parado en una especia de pasillito uno al lado del otro donde eran los accesos.  Cuando llegue ahí vi que había en un pasillito 10 pibes pasando de golpe y el de control estaba desbordado sin hacer nada y en otro vi que si uno te paraba. Por ahí me mande y cuando esperaba un cacheo minino no, ya estaba adentro del predio, eso fue todo. Ahí me di cuenta de lo que pasaba” Adentro estaba todo lleno  «son 600 metros de largo por 300 de ancho es una barbaridad “

Si bien las puertas del predio se abrieron a las 15 horas “el grueso del público ingresa desde las 7 de la tarde en adelante. A las 9 de la noche  cuando yo llegué me di cuenta que había mucha gente para ser esa hora, casi ¾ partes del predio, uno piensa que estos tipos son experimentados y que saben lo que están haciendo y que va a estar todo bien. Si la municipalidad los habilita  es porque va a estar todo bien. Vi que había mucha gente pero en ningún momento dije esto va a colapsar. Lo pensé cuando el Indio paró el recital”

Es ese momento observó cómo, a pesar de estar alejado unos 150 metros del escenario, se sentía un “pogo pesado en un sector que estaba alejado del escenario que es donde se supone que están los fans más exaltados. Yo estaba en la línea de las primeras torres de sonido”.

Foto: Martin Bonetto

Después agregó “si un don nadie como yo puede intuir que la  cosa va a ser tan masiva, quiero creer que la organización también no lo sabe, es lógico, no son unos improvisados” Con respecto al indio lo vio preocupado y “eso le provocó que se olvidara las letras, estaba súper nervioso y al mismo tiempo pienso que tiene mucha responsabilidad”.

Además afirma “creo que si hay algo que no se puede objetar es que la organización fue pésima y esto le pudo haber pasado a 400mil fans del indio Solari o a 400mil fans de un grupo de folklore, el tema fue la organización, el no decirnos para donde teníamos que salir, ni poner un límite en las entradas,  no poner más gente para que asista. Porque si no sabes cuanta gente tenés que poner para cuidar a 400 mil personas, mejor no lo hagas”

Con respecto a las responsabilidades de la organización, enfatizó que el organizador del evento “es el indio Solari, no es Fénix Enteteirmen Group”. “Él se jacto de ser un artista independiente  y aparte a esos niveles profesionales es imposible que no supieran donde estaban parados, el intendente tampoco se puede lavar las manos. Las responsabilidades son conjuntas entre el Indio, su gente y la municipalidad de Olavarría, y también supongo el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Ellos son los tres que debían garantizar la responsabilidad de la seguridad de los que fuimos y también de la gente de Olavarría que no tenía nada que ver”.

También agregó  “yo no digo que lo hayan hecho a propósito o no les haya importado nada, pero evidentemente se manejaron mal, me niego a creer que no estaban listos para esperar 400 mil personas, porque era obvio que iba a ir muchísima gente. Los 180mil que esperaban era el número estándar que venía manejando el Indio. Eso sumado a la especulación de que podía ser este su último recital”.

Con respecto a las responsabilidades que se tienen que asumir dijo “esto tiene que ver más con una falla estructural de las instituciones que con una cultura en particular. Yo no le echaría la culpa al rock, o las drogas o a la cerveza. Es una cosa muy distinta, creo que acá hubo una simple y compleja falla de organización que me parece muy claro visualizar. Lo demás es desviar la atención, me parece que a lo que hay que apuntar es a como se trabajó, porque se hizo lo que se hizo desde la organización teniendo todos los elementos para saber que la cosa iba a ser tal como fue”.

“Esto no tiene nada que ver con el Rock, fue una falla  de organización. Después podemos discutir reflexionar escribir artículos larguísimos que no los va a leer nadie sobre el Rock y los medios, el rol de la cultura, la cultura del aguante, todo lo que vos quieras pero acá hay una cosa muy concreta que es que se organizó muy mal y me parece que hay que ir por ahí y ver quiénes son los responsables”.

Para finalizar aseguro “Hay que dejar de prestarle atención a los que desde la televisión hablan desde un estudio con aire acondicionado. Hay que escuchar a los que estuvieron ahí”. Y él, estuvo ahí.

Recomendamos leer la crónica  “De la gloria a la nada me voy” de Federico Anzardi en http://laagenda.buenosaires.gob.ar/post/158353846455/de-la-gloria-a-la-nada-me-voy

Escucha la entrevista completa:

Pueden ver todas las fotos del recital en este link:  y este otro link 

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